Lavalleja escribe
6º certamen Departamental de Ortografía
2010
Etapa Final
Fragmento de “Renacimiento de la esperanza” de Pío Baroja
Hay en nosotros un impulso siniestro, que sale a flote en los momentos tempestuosos, de ira o de cólera, de desesperación o de tristeza, que nos arrastra a destruir con saña lo que está fuera o lo que está dentro de nuestro espíritu.
Este impulso, leñador gigante, tiene el brazo de titán y la mano armada de un hacha poderosa. El árbol de la esperanza crece siempre mientras la vida se desarrolla: el terrible leñador tiene obra siempre; su hacha es implacable, y caen bajo los golpes de su filo las ramas viejas y los retoños nuevos.
Las ilusiones vagas, las ilusiones definidas, la rabia por creer y la rabia por dudar, se suceden en nosotros: y cuando ya no hay más que oscuridad y tinieblas en nuestra alma, cuando vemos que la fatalidad, como un meteoro, en cada día y en cada hora se cierne sobre nuestras cabezas; entonces esa fatalidad se convierte también en esperanza, y cae bajo el hacha del leñador sombrío.
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